La convivencia entre pequeños y grandes es lo que nos impulsa.
Convivimos en el mismo edificio, en el mismo espacio, pequeños y grandes. Cuando hablamos de pequeños y grandes no solo nos referimos al alumnado de la Guardería, Parvulario y Primaria. Sino también al personal de la escuela y a las familias, en definitiva, toda la comunidad educativa.
El hecho de compartir el mismo espacio facilita vínculos, buenas relaciones y actividades conjuntas entre el alumnado de diferentes edades. Da un valor añadido, todo suma. Cada cual puede ser parte activa en el proceso, a veces como aprendiz o a veces como experto. Esto hace aumentar la autoestima de los niños y niñas. La riqueza que nos aportan estas sinergias producidas por el compartir. Enriquecen todo el aprendizaje y crea motivación. Tan importante para avanzar en cualquier ámbito de aprendizaje.
Si por ejemplo, trabajamos en el huerto, el alumnado de 4.º colabora enseñando a los niños y niñas de I3. Cuando celebramos San Jordi, mezclamos niños de todas las edades que leen, explican o representan y otros visualizan y/o escuchan los cuentos y trabajos hechos en cada clase.
Las familias tienen el privilegio de poder comunicarse con los maestros a diario. Esto viene dado por nuestro tipo de escuela, escuela familiar y abierta. La colaboración y la relación diaria crea un vínculo positivo. De trabajo conjunto y apoyo mutuo entre familias y personal de la escuela. La relación puede ser con la dirección, los maestros, secretaría, monitorización, personal de cocina, etc. En definitiva, toda la comunidad educativa está implicada en la educación del alumnado.
Todo el mundo te conoce y tú conoces a todo el mundo, nos respetamos y nos queremos. La comunidad educativa, incluidos los alumni, pueden disfrutar y compartir, en buena compañía, del patio de la escuela los viernes por la tarde.